Ser madre o padre no viene con un manual de instrucciones. Para bien o para mal, existen muchas maneras de criar a un peque y, naturalmente, también hay muchas opiniones divergentes al respecto. ¿Es mejor poner límites o darle libertad a tu peque? ¿Hay que dejar llorar al bebé o atenderlo inmediatamente?
Desafortunadamente, no hay una respuesta certera para todas las preguntas ni una fórmula mágica para la crianza de los peques, pero hoy muchos especialistas coinciden en que uno de los mejores métodos es el de la crianza respetuosa. ¿A qué nos referimos? ¿Cómo se lleva a cabo? ¿Cuáles son los beneficios tanto para padres como para niños? Desde Beeloom, te contamos las 3 claves para llevar a cabo la crianza respetuosa.
1. Igualdad, empatía y respeto para la crianza respetuosa
Los peques, más allá de su edad y tamaño, son personas con derechos, sentimientos y opiniones. Esto significa que, en una crianza respetuosa que promueve el amor y el respeto, los peques pueden intervenir y expresarse, no sólo obedecer lo que los adultos dicen.
Sus impresiones, miedos, alegrías e inquietudes deben ser siempre tenidas en cuenta, no importa lo irrelevante que puedan parecer. El miedo a la oscuridad puede parecer sin sentido pero para un peque es una experiencia aterradora. Los padres que ejerzan una crianza respetuosa deben apoyarlos, comprender sus miedos y tratar de darles herramientas para que los peques puedan sentirse seguros. Por ejemplo, la Cosmo Tipi es una tienda india donde tu peque puede vivir grandes aventuras de día y refugiarse de noche.
2. Estar disponible para los peques
Otra de las claves para la crianza respetuosa es estar disponible para los peques, tanto física como emocionalmente. No es suficiente estar ahí si los padres no prestan suficiente atención a los peques por estar siempre utilizando su teléfono móvil, por ejemplo.
Las familias deberían poder hablar sobre sus emociones y apoyar a los peques cuando más lo necesitan, brindándoles la seguridad que necesitan para enfrentarse a los retos de la vida. Por esta razón es que uno debe estar sincronizado con las necesidades de su peque y entender si lloran porque están enojados, si están tristes o si sólo están cansados y necesitan dormir pronto.
3. Responder a las necesidades del peque
Por último, la crianza respetuosa establece la importancia de comprender la verdadera necesidad del niño y no sólo darle una solución sino también las herramientas para que pueda en el futuro solucionar el problema por sí mismo (dependiendo de su edad, claro).
Un ejemplo es ayudarlos a desarrollar su creatividad a partir de distintas actividades o juguetes. Este Explorer mat es una excelente opción para que los peques puedan tumbarse sin peligro y sin incomodidades mientras juegan sobre un bello diseño de puzle. De esta manera, desarrollan su autonomía, creatividad e imaginación.
Por supuesto, la crianza respetuosa también se basa en límites no punitivos. Los peques deberían comprender que hay cosas que no se pueden hacer (y por qué), sin recurrir a castigos. En la crianza respetuosa no hay lugar para la violencia.
El amor: el aspecto más importante de la crianza respetuosa
Más allá de los principios ya mencionados, la verdadera clave para la crianza respetuosa es comprender que ni tú como padre ni los peques son perfectos y que se aprende sobre la marcha. Tal vez pongas en práctica alguna estrategia que no funciona para tu peque y eso no está mal, siempre que se ponga en práctica desde el amor y el respeto.
Criar a un ser único e irrepetible es una tarea compleja, pero no debes olvidarte de disfrutar del proceso de ser una familia, buscando siempre la armonía y el bienestar, tanto de tu peque como de ti mismo.